Comentario en un post del 22 de abril 2009: La votación de la Ley de Medidas Urgentes

El 22 de abril, la Señora Pérez publicaba este artículo tan dramático. "No es un voto fácil", escribe. Ya dijo lo mismo: se sintió incómoda cuando explicó que durante unos minutos lo pasó mal cuanto mandó al carajo rechazó con su voto la ILP que propuso Ben Magec. Lo conté en este artículo.
Para la posteridad cito primero la sentida opinión de la Señora Pérez:


miércoles 22 de abril de 2009
Mañana votaré a favor de la Ley de Medidas Urgentes. Razones

Ya voté que sí durante la Comisión de Medio Ambiente la semana pasada, aquí está la prueba, no es un voto fácil, pero es un voto pensado y meditado, voto convencida de que en este momento es lo que hay que hacer, podría ser mejor, tal vez, pero es lo menos que podemos hacer por ayudar a una serie de sectores a dinamizar la economía

Sobre la Ley de Medidas urgentes, creo que tenemos un montón de razones para votar que sí, porque Canarias necesita una norma como esta, en un momento tan complejo como este, por muchas razones:

- Simplifica y racionaliza las actuaciones administrativas territoriales y urbanísticas.
- Dinamiza el Medio Rural
- Regulariza las explotaciones ganaderas
- Facilita la dinamización del planeamiento
- Impulsa la reordenación del suelo industrial
- Flexibiliza la temporalización de las licencias urbanísticas
- Flexibiliza las normas que regulan la delimitación y ordenación de los Asentamientos Rurales.

Y en materia de Ordenación del Turismo, porque:
- Propicia la renovación y la rehabilitación de la planta alojativa turística, garantizando la sostenibilidad territorial, a través del impedimento de ocupación del nuevo suelo para dicho uso.
- Aborda la modulación del crecimiento de la planta alojativa para el próximo trienio, otorgando seguridad jurídica y estableciendo alternativas opcionales para los titulares de los suelos turísticos, que cuenten con la consolidación de sus aprovechamientos.
- Condiciona las nuevas iniciativas a la exigencia de máxima calidad.
- Impulsa el Planeamiento Urbanístico, articulando respuestas rápidas y simplificadas para la inmediata adaptación que exigen los objetivos de renovación edificatoria, así como la urgente disposición de los Planes Territoriales Especiales de Ordenación Turística Insular, para la clasificación de las potencialidades del sector en cada isla.

Por todas esas razones y muchas cosas más creo que es mi deber votar que sí, y creo que es lo mejor para todos.

Yo sólo voy a citar aquí opiniones de gente que sabe más que yo:

Por empezar con lo más reciente, a principios de mayo Faustino García Márquez declaró "La nueva moratoria retrocede más de 25 años la protección del territorio"

El arquitecto y ex director de la Agencia Canaria de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático, Faustino García Márquez, elaboró en su día un informe muy crítico donde manifestaba su rechazo a un texto cuyo contenido consideraba conflictivo con los objetivos de la ordenación territorial y el desarrollo sostenible. Su disconformidad le llevó el pasado mes de octubre a presentar su dimisión y hoy, modificado y corregido el texto inicial, introducidas las enmiendas de mejora y aprobada ya la ley, Faustino García Márquez opina que es incluso "más negativa" que antes.

"En las cincuenta y pico enmiendas introducidas por Coalición Canaria y el Partido Popular hay muchas más modificaciones negativas que positivas. Han conseguido algo que era difícil de imaginar: hacer la ley todavía peor". En una conversación con DIARIO DE AVISOS, el ex director de la Agencia Canaria de Desarrollo Sostenible comentó una serie de aspectos que introduce esta ley y, a su juicio, hacen retroceder 25 años todo el trabajo realizado por la defensa del Medio Ambiente y los recursos naturales del Archipiélago.

En su rosario de críticas al nuevo marco normativo, García Márquez denunció que liberaliza y desregula del suelo rústico, además de permitir usos urbanísticos en suelo agrario. Asimismo, indicó que da opción a legitimar usos urbanísticos en lugares protegidos (caso de un campo de golf en Tamanca, La Palma) y permite calificar nuevo suelo industrial, "fomentando la especulación".

Otras críticas de García Márquez pasaron por la pérdida de competencias sobre planificación de los cabildos y ayuntamientos a favor del Gobierno de Canarias, y el permiso a nuevas camas y nuevo suelo calificado para turismo, "aunque los promotores de la ley lo nieguen".

Balance negativo. A pesar de todo, el ex director de la Agencia Canaria de Desarrollo Sostenible considera que el balance de la nueva moratoria es "absolutamente negativo". "Ese tipo de medidas, que regulan los límites de crecimiento turístico, debían haberse tomado hace tres años, y ahora nos las presentan con medidas urgentes".

"Hay muchos medios de gestionar el territorio que no pasan por el bloque y el cemento. La ley en el trámite parlamentario ha empeorado, ha sido más dañina. El daño que puede hacer en el tiempo en que esté en vigor va a ser tremendo, y cuando se imponga la sensatez y se dé marcha atrás, ya habrá elementos irrecuperables", apostilló García.

Cuando se publicó el Proyecto de esta Ley y alguien se lo pudo leer ya aparecieron opiniones tan contundentes como estas:

En septiembre de 2008: La Ley de Medidas Urgentes desata un aluvión de críticas
Colectivos sociales y empresariales denuncian las arbitrariedades en la ordenación del territorio que puede conllevar un marco que el Gobierno quiere aprobar a toda prisa

Los ecologistas no han sido los únicos que han presentado alegaciones a esta Ley. El Consejo Económico y Social de Canarias (CES) ha advertido que el paquete de normas posibilitaría que las administraciones públicas tomaran ciertas decisiones urbanísticas de forma arbitraria.

En octubre de 2008 dimitió por esta Ley Faustino García Márquez:

Faustino García Márquez dejó de ser ayer el director de la Agencia Canaria de Desarrollo Sostenible y de Lucha contra el Cambio Climático.
Su oposición indisimulada al proyecto de Ley de Medidas Urgentes de Dinamización Sectorial y Ordenación con el que el Gobierno canario pretende resucitar la maltrecha economía de las Islas le ha costado el cargo.

Al Ejecutivo no le ha gustado el informe sobre el proyecto elaborado por una agencia -creada por el propio Paulino Rivero- que señala como «inadecuadas» e «inasumibles» las medidas recogidas por el documento desde la óptica del desarrollo sostenible.

García Márquez lamentó que se haya perdido el «consenso» alcanzado por todos los grupos políticos cuando se aprobó la Ley de Ordenación del Territorio y las Directrices de Ordenación Turística, que él mismo redactó. Por ello, además de la permisividad en el uso del suelo rústico, el cesado denunció también el levantamiento «de facto» de la Moratoria, al considerar que no se limita el número de plazas turísticas, así como algunos aspectos relativos a la finalidad de la Ley, que acabaría con el «acuerdo histórico» que supuso la unidad normativa alcanzada en el Parlamento.

En noviembre de 2008, Manuel Bote Delgado, arquitecto y profesor de urbanismo escribió: EL DESENCUENTRO ENTRE POLÍTICA Y TERRITORIO
El Proyecto de Ley puede ser entendido como la expresión actual de una visión errónea sobre el suelo, arraigada en buena parte de la sociedad, a la que nunca se le ha puesto coto. Una mirada miope que reduce éste al concebirlo como un mero soporte sobre el cual construir, sin ir más allá.

Es una posición provocada por una baja cultura y un mal urbanismo, que se ha ido vertiendo sobre el territorio en los últimos tiempos, y que no ha podido ser neutralizado, ni siquiera paliado, por las prácticas de algunos buenos urbanistas y algunos buenos arquitectos municipales, así como de algunos buenos políticos, en general acallados. La línea dominante ha sido la desregulación que ha dado origen a un paisaje incomprensible.

El Proyecto de Ley suena, así, a simple contradicción, ya que lo urgente es mantener y proteger los vacíos, y no al revés como postula ésta.
Es paradójica además con el proceder de un Gobierno que al tiempo que impulsa nada más y nada menos que una Bienal de Arquitectura, Arte y Paisaje, sostenga una Ley que manifiesta una inequívoca indiferencia al paisaje. O bien la Ley cuestiona la Bienal, o la Bienal es sólo cosmética, sin calado, como una delgada capa de barniz que da lustre pero que no profundiza.

Para terminar, en noviembre de 2008, Pedro Millán del Rosario hacía estas reflexiones sobre la dimisión de Faustino García Márquez: El talento y el cemento: la dimisión de Faustino
Don Paulino Rivero, cuando habla en actos vinculados al medio ambiente, suele referirse a que Canarias "debe cambiar cemento por talento" y ahora sus hechos nos dicen que el cemento (construcción en el suelo rústico y turístico, a través la Ley de Medidas Urgentes) se ha "comido" al talento, en la persona de Faustino García Márquez, director de la Agencia Canaria del Desarrollo Sostenible y de Lucha contra el Cambio Climático. Su cese-dimisión nos ha sorprendido -desagradablemente- a muchos de los que seguimos y trabajamos en temas ambientales en Canarias. No es habitual en estos tiempos que corren que alguien abandone por su propio pie la política, y por motivos de coherencia personal, mucho menos. Y eso es algo que -independientemente de la opinión que tengamos sobre su labor- le honra y le dignifica.

Se va Faustino, en medio de un gran despliegue mediático que choca con su llegada de puntillas, discreta y con una gestión apenas conocida por el ciudadano de a pie (tal vez sea ese uno de los reproches que podamos hacerle). El ex director alega "diferencias insalvables" con la polémica Ley de Medidas Urgentes de Dinamización Sectorial y Ordenación del Turismo. Esta marcha supone -cuando menos- un duro golpe para la imagen pública de compromiso ambiental del Gobierno de Paulino Rivero y del que difícilmente podrá recuperarse.

Aún recuerdo las ilusionantes palabras de nuestro presidente en la presentación de la Agencia, que -según decía- dejaba bien clara la irrenunciable apuesta del recién nacido gobierno a favor de la ecología y el desarrollo sostenible. Y para asegurar esos objetivos, la Agencia iba a depender directamente de Presidencia, sin intermediarios. Pues bien: el pilar de esa apuesta, uno de los técnicos en planeamiento y en desarrollo sostenible más solventes de Canarias y del Estado español, ha caído y el estruendo aún retumba por los pasillos. Si Faustino se hubiera ido sin hacer ruido, alegando razones personales para retirarse, no se hubiera producido este terremoto mediático -bien aprovechado por la oposición para hincar el diente- y producir un agujero en la línea de flotación de esta ley que, en mi opinión, está muerta antes de nacer y terriblemente desprestigiada.

Durante todos estos meses, hemos observado con intranquilidad cómo Faustino y su esperanzadora Agencia languidecían en una diminuta oficina de los Múltiples II, con una secretaria y una sola técnico (recién llegada), sin una ley que le diera contenido, ante la desidia y apatía del mismo Gobierno que lo ensalzó en su momento, en especial, desde las filas del Partido Popular, desde donde le han observado siempre con recelo. A Soria cualquier sinónimo de ecológico o de principios de protección del medio ambiente le suenan a cuerno quemado (casi tan mal como a Aznar). En este sentido, es bien conocida la histórica pretensión del PP de acabar con la COTMAC, la Comisión de Ordenación del Territorio y del Medio Ambiente de Canarias, que es vista por algunos cabildos y ayuntamientos como un freno a sus diferentes planes y proyectos cuando no se ajustan a las leyes del territorio. Es oportuno recordar que siendo Soria presidente del Cabildo de Gran Canaria solicitó la desaparición de esta Comisión, que es la última barrera que nos queda frente a los desmanes urbanísticos y ambientales de determinados personajes de la política canaria.

Sin embargo, la gota que colmó el vaso fue el ninguneo al que han sometido a Faustino con la citada Ley de Medidas Urgentes, que chocaba radicalmente con los principios que inspiraron el nacimiento de la Agencia: la desprotección del suelo rústico, la -aparente- permisividad a nuevos consumos de territorio insostenibles, el levantamiento "de facto" de la moratoria, al no fijarse límite cuantitativo a las plazas de ciertos emplazamientos turísticos (hoteles escuela) y, en resumen, el abandono por parte del promotor de la ley, el Gobierno, del concepto de sostenibilidad y crecimiento controlado, que tanto había alabado no hace demasiado tiempo.

Tampoco han ayudado las posteriores declaraciones del presidente Rivero, alegando que esta ley "es para que los canarios puedan comer" (sic). Da la sensación que de don Paulino no mide bien sus declaraciones, porque esperamos de él unos razonamientos más técnicos y meditados que los expresados. No se puede amenazar desde la Presidencia a la sociedad de esta manera: "O yo o el Apocalipsis". No son buenos tiempos para recuperar el caudillismo y, además, uno espera algo más de sus líderes para sacarnos de esta difícil situación. Lo único que se consigue diciendo estas cosas es contribuir a alimentar el histerismo social, ya bastante extendido.

No tengo tiempo ni espacio para resumir ni analizar pormenorizadamente el proyecto de ley de Medidas Urgentes (tendremos que dejarlo para más adelante) que el Gobierno de Canarias ha remitido al Parlamento para su aprobación (de donde es más que probable que salga limpio de polvo y paja), pero sí puedo manifestarles que en mis conversaciones con diferentes técnicos, especialistas en agricultura, medio ambiente o planificación que han revisado a conciencia la ley, no he encontrado a ninguno que me hablara bien de ella. Es más, no logro encontrar a ningún colectivo que la apoye públicamente: la rechazan los cabildos, los empresarios hoteleros, los arquitectos, los colectivos ecologistas y ambientales, la Agencia? Entonces, la pregunta obvia es: ¿quién está detrás? Pues, desde los ayuntamientos, que encuentran mayor libertad de acción para saltarse el planeamiento vigente hasta inversores que pueden reconvertir terrenos agrícolas cultivados en "huertos solares" a precio de suelo rústico.

Y, en definitiva, ésta parece ser la apuesta de este Gobierno por dinamizar la economía del Archipiélago: poner en el mercado suelo apetecible, mientras rebaja las exigencias ambientales y legales para permitir que el dinero aflore y el paro disminuya. No es una mala meta, el problema es el camino. En ese camino se ha quedado Faustino, y eso es un hecho que debemos lamentar todos, por lo que implica cara al futuro.

Este artículo de Pedro Millán es tan claro que no hace falta mucha meditación para entenderlo. Mi pregunta para la señora Pérez es la siguiente:

- Su artículo justificando la votación a esta Ley es un simple y escueto copy-paste de algo que parece un índice o un resumen. ¿podría dedicarle al menos el mismo tiempo que usó para meditar la aprobación de esta Ley a leerse las razones en contra de la ley y darnos su opinión? O lo que es lo mismo: ¿podría argumentar con algo cualquiera de las razones que nos ha escrito aquí?

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